sábado, 23 de agosto de 2008

CIA, Alto Secreto de Estado.





MK-Ultra. A simple vista el palabro podría hacer alusión a algún aditivo conservante... Y no iría desencaminado porque al fin y al cabo la farmacología tiene que ver bastante en esas enigmáticas siglas. MK-Ultra.

Se trata de un proyecto secreto que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, CIA, puso en marcha a principios de los años 90. Ni que decir tiene que al margen de cualquier limitación legal. Impunemente se trataría de investigar una droga con la que se pudiera dominar y controlar la voluntad del ser humano para fines militares y usos añadidos. Una especie de suero de la verdad que ya se habría investigado y probado sobre las personas sin conocimiento de éstas.

Espeluznante pero la CIA lo hizo. No es nuevo. Con un presupuesto desorbitado la Agencia Central de Inteligencia ha realizado proyectos a lo largo de su historia para supuestamente preservar a la humanidad de la amenaza del Este tras la Segunda Guerra. Siempre en secreto, al margen de cualquier ley oficial y de aquellas que competen a la moral, a la decencia, al respeto a la vida de aquellos que dicen defender.

Dicen que el que hace la ley hace la trampa. Pero pienso que el que hace la trampa por la ley cae. Y es que estas asombrosas acciones impunes que la CIA ha llevado a cabo a lo largo de su historia han sido desclasificadas y expuestas a la luz pública en virtud del Acta de libertad de Información.

El periodista e investigador natural de Lima (Perú) pero de nacionalidad española Eric Frattini, las recopiló en el libro CIA, Joyas de Familia donde desgrana una a una las atrocidades de esta agencia de inteligencia ininteligible en sus actos.

Y ya por si fuera poca la indignación encuentras que el mismo rey del rock'n'roll Elvis Presley mantuvo una entrevista de contenido privado con el controvertido Richard Nixon, protagonista central del famoso caso Watergate (1972), en la que vino a proponerse como colaborador de la Agencia. Concedámosle el beneficio de la duda y pensemos que Elvis desconocía las hazañas de la CIA.

Es un libro muy recomendable siquiera porque la información nos hace libres.

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