miércoles, 11 de febrero de 2009

El de Verdad. 14F

Este sí que sí. Es de esos tonteos locos que de pronto surgen a la edad adecuada, cuando el mundo es un pastel por descubrir y degustar hasta hartarse. La ingenuidad de una mirada ruborizada por la intención virginal y la rendida devoción de otro rostro que desprende la misma candidez en idéntica mirada.

¿Que no te ha pasado alguna vez...?. Es el primer amor que casi siempre llega con ese famoso y ñoño despertar a la vida. Utilizo ese trasnochado adjetivo porque siempre se le ha definido así. Y como dijo aquel los tópicos por el hecho de serlo no dejan de tener su razón y sentido. Y además, acaso hay algo más tópico que el asunto del que nos ocupamos ahora...

Como ves no he podido sucumbir y por esta vez abandonaré mi intención canalla inicial de la primera propuesta. Vale, me ha vencido, pero es una dulce derrota. Quizá porque nunca cambió el viento tampoco para mi.

Pues a lo que voy en estas últimas dos semanas. Que el día de San Valentín ya está aquí y que a pesar del reclamo comercial, tras todo ello, siempre queda un poso cierto que he pretendido amenizar con música. La de esta última ocasión es un bonito idilio costumbrista en pleno siglo XX. ¿Cómo se explica eso?, escuchando este tema del dúo Cómplices.

Cuarta Propuesta:

Y fue una noche de septiembre
que el mundo se paró
y sólo nos bajamos ella y yo
espérese un momento jefe
le dije al conductor,
pero él nos hizo un guiño y se marchó.

Y fue enfrentar los ojos, batalla de sonrojos
preso el pirata de la novata
sonrisa plateada de niña enamorada
donde te siento no cambia el viento.

Igual que ocurre en "2001"
de fondo sonó un vals
y yo oportuno te saqué a bailar
después de 9 ó 10 compases
llegué a la triste conclusión
de que yo bailo mal y tu peor.

Lo malo compartido le fue bien a Cupido
de una saeta dos en brocheta
Simón huracanado que sopla en mi costado
donde te siento na cambia el viento.

Igual que Actinia y Hermitaño
pasean por el mar
recorreremos en simbiosis
terreno sideral.

Y súbete a mis hombros
que hay mucho por andar
y hazme caricias en el cuello
que yo me ocuparé de caminar.

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