viernes, 7 de enero de 2011

Los Criticantes De Cine


Que nadie está en posesión de la verdad, que la objetividad es una virtud y que el respeto al de enfrente no sólo es un síntoma de buen civismo, sino, también de tolerancia...

Creo que hasta ahí estamos de acuerdo y en líneas generales se cumplen esas premisas. Ahora bien, y partiendo siempre desde ese concepto, hay un no sé qué, qué sé yo con los críticos de cine -por ahora me referiré a ellos solamente- que si el mundillo del Séptimo Arte dependiera, y ya dudo que no sea así, de las valoraciones de éstos, mal negocio tenemos.

Si no fuera porque uno calza ya alguna experiencia en la vida estaría por pensar que voy contracorriente siquiera ya por cualquier cinta se incluya en el género que se incluya, sino, en los propios géneros también. ¡Es que a mí me gustan justo las pelis que los críticos ponen a caer de un burro!.

Hace unos días pregunté a amigos y conocidos en torno a esta cuestión. Es posible que me estuviera volviendo loco y yo sin enterarme, así que mejor contrastar pareceres. Pues bien, jamás se lo habían planteado. Pero ahora que les sugería la reflexión llegaron a la misma conclusión que yo. Respiré aliviado.

Entiendo que la técnica se ha apoderado de un arte que por sí ya es espectacular sin necesidad de demasiados maquinarios digitales, tres dimensiones y virguerías varias de la modernidad. Que aquellas viejas películas guardan el encanto del equilibrio, obligado por esas mismas razones técnicas, entre guión, filmación e interpretación. Pero de ahí a salvar, y con muchas salvedades, a una de cada cien pelis que se producen en la actualidad me parece un pírrico e insultante porcentaje.

Decididamente debe haber un término medio entre Séptimo Arte, críticos y público. No creo yo que la gente acuda a una sala de cine a sufrir. Los críticos parece ser que sí. Si los que pagamos una entrada consideramos un determinado largometraje espléndido y ese mismo título en consecuencia alcanza su mejor éxito de audiencia y satisfacción... algo bueno tendrá.

Pero que nadie se confunda, que no digo yo que estemos sólo nosotros en posesión de la verdad. No. Digo que la "opinión autorizada" no suele tener en cuenta el gusto general del gran público que con su asistencia ensalza o no una película. Se cierra en torno a unos cánones a veces trasnochados y ataviados de una autoridad crítica tan tecnicista y académica que asusta.

Sinceramente, ¿no has tenido nunca la impresión que la crítica va por un lado y el expectante espectador por otro?. Bueno, ya sé que esto no es nuevo... pero ahora hablamos de crítica y cine. Vuelve en ti.

Falta de imaginación, cine descaradamente comercial, buena técnica disponible pero escasa habilidad al desarrollarla, bodrio, cinta infame, apta sólo para espectadores poco exigentes... Son algunos de los calificativos. Una férrea disección en definitiva y cuando deciden profundizar ya es el 'no va más', que uno, pobre mortal, se siente intimidado: "¿habré visto yo la misma peli que éste o he perdido el juicio?".

Entiendo que es su trabajo pero a veces nos quitan las ganas de ver más cine con tanta crítica destructiva. Sí, justo al revés. Yo os recomiendo que hagáis caso omiso y vayáis sin prejuicios a divertiros porque nada es perfecto. Id a ver una peli, pasar un buen rato con el género cinematográfico que os guste y si sois aventureros descubrid algún otro. Las disecciones para la mesa correspondiente.




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