domingo, 22 de septiembre de 2013

The Alan Parsons Project



El rock progresivo durante muchos años no ha sido bien visto por los grandes puristas del rock más genuino, al menos ha despertado en ellos ciertos recelos.

Y es comprensible. La descarga de inmediatez, el juego de cuerdas rasgadas al ritmo de la rabia en escena no son susceptibles de ser confundidas por otras formas aunque en su denominación lleven inscrita la palabra 'rock'.

Pero una cosa es establecer esa diferenciación y otra muy distinta mirar de soslayo y con desdén momentos evolutivos y/o creativos del rock. Porque en la diferencia reside la clave del éxito y la garantía de nuevas rutas musicales.

Alan Parsons, ingeniero y productor, ya estaba trabajando en los míticos estudios Abbey Road desde los entresijos de una mesa de mezclas para Pink Floyd, por ejemplo, mientras The Beatles descargaban toda su revolucionaria impronta musical en aquellas mismas paredes acolchadas.

Su proyecto mejor sin embargo fue el suyo propio. En 1975 desde Londres creó The Alan Parsons Project. No hay rock en el puro sentido del término, pero sí un colchón elaborado a base de largas suites, a veces cortes bucólicos más breves, pero creando un sello propio a partir de las bases que había aprendido de sus mayores en las décadas de los sesenta y setenta. Fue en plena era de la tecnología. Producción detallista. Rock Progresivo.

Te recomiendo cualquiera de los discos del proyecto que también contó con la participación del productor y cantante Eric Woolfson y el director de orquesta Andrew Powell. Pero hago mención especial a Eye In The Sky (1982). Quizá el menos progresivo de todos y más popero que ninguno. También el de más éxito.

Basado en la novela 1984 del escritor y periodista británico George Orwell en la que en plena década de los cuarenta ya vaticinaba la merma de la privacidad en virtud de futuros adelantos tecnológicos, fue el primero en acuñar el término en todo su significado de "Gran Hermano".

En la portada del disco El Ojo de Horus sobre fondo verde. Sin más. Pero con todo el significado, El Ojo que todo lo ve...



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