lunes, 11 de noviembre de 2013

Billy Joel, "She's Always A Woman"



Entre bambalinas se van cociendo a fuego lento las mil y una historias de aquellas canciones que sin saber muy bien por qué se van cotizando al alza conforme pasan los años. Qué duda cabe que Billy Joel tiene algo que decir al respecto con una de sus más entrañables composiciones.

Transcurría el año 1977 cuando se publica el álbum The Stranger. Tras varios singles de éxito como el espléndido Just The Way You Are que Barry White versionó después, aparece esta pequeña balada que conquistó el corazón de medio mundo.

Inaugurada la década de los 70 Joel acababa de romper relación profesional con su mánager que no conseguía promocionarle adecuadamente.                              

Billy apenas despegaba de los clubs nocturnos neoyorquinos machacando el piano a golpe de melodías que ambientaban a la perfección una noche de copas, pero nada más. Por fin Piano Man en 1973 consiguió abrirle un hueco más que importante en el mundo de la música.

A partir de ese instante sería Elizabeth, su mujer, quien se hiciera cargo de la gestión de la carrera de su marido. Es conocido que ejercía con mano firme su labor entre los empresarios. Tras la frágil estampa que describía su figura se escondía "una negociadora exigente y experta que podía herir con sus ojos, robar como un ladrón pero nunca ceder", tal es la fama que adquirió en el mundillo del show business.

Esta merecida fama de negociadora férrea e inflexible le granjeó el apelativo de mujer "poco femenina". Estaba claro que para su marido Elizabeth era sin embargo toda una dama. Y para hacerlo saber compuso She's Always A Woman.

Desde luego una belleza de canción que no ha parado de desprender su donosura desde entonces por doquier, incluidos spots de televisión.  Muy curioso además es que en el fatídico 11 de septiembre de 2001 podía escuchársele en la megafonía del piso bajo de las terriblemente célebres torres gemelas de New YorkWorld Trade Center, justo hasta el momento del colapso. Paradojas de la vida.


No hay comentarios: