jueves, 17 de abril de 2014

Viejos Vinilos: Living Eyes, Bee Gees




Me apetece esta vez añadir un capítulo más a la sección itinerante de viejos vinilos. Y curiosamente con un trabajo elegido para ser el primer disco demostración del formato cd incipiente en el año 1981.

Este disco de la formación de origen australiano Bee Gees, de cuya gesta en la era disco poco más hay que sumar que no se sepa, tuvo la particularidad de ser uno de los peor acogidos y que menos vendió del trío de hermanos, apenas 750 mil copias.

Quizá el reproche de un público que seguía ávido de altas plataformas de tacón y pistas de baile. El disco supuso un espaldarazo literal a su estilo discotequero que tanto brilló hasta ese momento y que sus seguidores disco aún esperaban de ellos. 

En cualquier caso lo que está claro es que en él retornaban a su estilo clásico baladesco. Los medios tiempos abundan y las voces en semi falsete dan lustre a todo el álbum. Y los temas más rítmicos lejos de otrora fiebres de fin de semana. Puede afirmarse que Living Eyes es una pequeña gran joya en la discografía de Bee Gees.




Injustamente proscrito durante años la discográfica terminó por retirarlo del mercado. Afortunadamente se recuperó años después tal cual se editó por primera vez en formato digital con todas sus bellas melodías como I Still Love You, el recargado pero irresistible inicio de Be Who You Are o el típicamente Bee Gees Soldiers, enfatizado con las inconfundibles voces corales de Barry, Robin y Maurice Gibb que llegan a rozar el cielo mismo en Nothing Could Be Good.

Pero por encima de todas ellas está en mi gusto personal Wildflower. Un sosegado y pequeño regalo que por sí solo ya valdría la pena hacerse con este viejo vinilo. Sirva además como homenaje a dos de los miembros de la banda ya desparecidos, Maurice Gibb (2003) y Robin Gibb (2012).





domingo, 6 de abril de 2014

Michael Jackson Vuelve...




Ha ocurrido a lo largo de la historia de la música moderna en infinidad de ocasiones. Y no será la última. Estirar al máximo todas las posibilidades de rentabilidad del cantante, autor, etc., de turno por parte de los herederos legales o compañías discográficas y de derechos del material grabado o por grabar del músico en cuestión es muy habitual.

Sinceramente los irreductibles seguidores, amantes de la música y de las rarezas inéditas de este género artístico lo agradecen. No digamos los arriba citados. Y sobre todo si hablamos de alguien con una imbricación tan profunda en la sociedad en general como la tuvo el Rey del Pop, Michael Jackson.

Al margen de esta cadena de intereses existe un indiscutible icono de la música pop con una facilidad casi hipnótica para construir entorno suyo un mundo sui géneris del que era y es difícil abstraerse. Y sin la ayuda de nadie. Su compleja personalidad, que no vamos a analizar en este momento, iba a la par con sus discos.

Y en éstos últimos, los discos, en definitiva su obra mayor, reside la clave de su éxito musical. Francamente fácil de decir pero no igualmente sencillo plasmar en una canción, es decir, traer a sus modos soul, boogie o funk la impronta enérgica de una guitarra eléctrica. En algunos casos generando demasiado ruido (Bad - 1986), en otros mágicamente integrada (Thriller - 1982).

Jackson, natural de Gary, Indiana, en EE.UU., fue un autor muy prolífico. Mucho. Y supo rodearse de buenos arquitectos musicales según convenía en cada momento que daban forma a sus siempre sugerentes iniciativas. Entre ellos el que mejor las interpretó ya desde Of The Wall (1979), fue Quincy Jones. Decididamente y de forma objetiva los discos posteriores a Jones no brillaron más allá del carisma de su protagonista y la inevitable en consecuencia escalada en las listas de éxitos y ventas.




Pero Jackson dejó mucho más de lo que vio la luz en su momento. Recientemente los herederos de nuestro protagonista dieron permiso de acceso a sus archivos al nuevo director ejecutivo de Sony Music, L.A. Reid, sello en que se integra la marca Epic, editora a su vez de todos los discos de Michael desde 1979. Allí debió encontrar la misma Biblia en verso -permítaseme la expresión-.

Reid no dudó en encabezar el proyecto que conduciría a la edición del segundo disco póstumo del Rey del Pop. El primero fue Michael en 2010. Del gran número de maquetas, grabaciones a semiproducir, etc., se han seleccionado sólo ocho cortes. Hasta diecisiete y dos vídeos para la edición Deluxe. La coordinación en la producción es de Timbaland.

En fin, poco más que añadir. Hay más detalles en su web oficial que sigue tan activa como siempre. Sólo un pequeño a la vez que gran detalle. Salvo porque todo es material ideado por Jackson, en la nota informativa que asevera que el álbum estará disponible el 13 de mayo en todo el mundo bajo el título Xscape, se incluye el término "comtemporaneizar". Y cabe la pregunta: ¿dónde quedará Michael Jackson en este disco?.

Sí conocemos en este momento uno de los temas que compondrán Xscape. Se filtró hace unos cuatro años en Youtube, mucho antes de concebir este nuevo disco póstumo. Es el que puedes escuchar en el siguiente vídeo. Michael  lo esbozó en 2005 y denuncia los abusos sexuales a una menor de 12 años. Sin duda lo utilizó como defensa ante los acontecimientos que le involucraban como autor también de abusos a menores.


   




jueves, 3 de abril de 2014

Patti Austin, Corista de Lujo




Esta mujer de Nueva York inició su carrera musical muy temprano. Ya con cinco años compartió grabaciones con dos grandes del Jazz, Dinah Washington y Sammy Davis Jr.

Tamaño y virginal currículum impone sin duda alguna. Aunque podríamos incluirlo en la categoría de anécdotas que dan boato a datos biográficos para una artista que amanece al mundo de la música. Pero en el caso de Patti Austin no son un mero adorno, desde pequeña ya tenía una habilidad especial en la cosa del canto.

Siempre ha compaginado su carrera musical con discos propios y colaboraciones muy ilustres con grandes artista de la escena mundial. Sus dotes de corista le hicieron en un tiempo muy cotizada para tal menester. Michael Jackson (en It's The Falling in Love, que puedes escuchar más abajo), Quincy Jones o Roberta Flack son algunos de los nombres de relumbrón para los que Austin ha trabajado haciendo dúos o simplemente coros.

Inició su carrera como solista en 1976 y aunque con el paso del tiempo fueron distanciándose la edición de sus discos siempre ha estado presente de alguna u otra manera. Entre el Jazz y el R&B ha pasado media vida cantando e incluso coqueteando con el pop. La voz de Austin es muy agradable y personal.

Así que en el año 2011 volvió de nuevo a grabar un disco pop. Ocurrió tras diez años inmersa en exclusiva en el Jazz. Ese es el disco que vamos a escuchar a continuación, Sound Advice a través de You Gotta Be, una versión del original de la cantante británica Dess'ree en 1994 en formato gospel y en un impecable directo. Después un viejo éxito también con aires pop. Que los disfrutes.