sábado, 12 de septiembre de 2009

Viejos Vinilos, Genesis




Curioseaba yo por entre valoraciones que críticos sesudos en esto de la música habían hecho sobre una parte de mis joyas más preciadas. Estás al corriente de que en estos días remuevo mi discoteca y así de paso se airea un poco.

Siempre tengo la impresión que se somete al disco a análisis con asepsia excesiva, bajo potentes focos y manos que se frotan tras una sonrisa ladeada como la de antaño Humphrey Bogart buscando el error. Y sinceramente la música es más amable que todo eso.

Pero de entre todas esas opiniones siempre hay algo por lo que por fin dices: ¡aleluya, este crítico lo ha captado!. Y es cierto en este disco que me ocupa de Genesis... Haz la prueba. Olvídate que son ellos y de pronto ponte a ver y escuchar el vídeo de más abajo.

¿Lo notas?. Exacto. Phil Collins atravesaba por su mejor momento en solitario y en ese disco se rompió la maldición que pendía sobre Genesis que decía que jamás volverían a reunirse. Y da la impresión que nunca lo hicieron. Parece que el disco estuviera trabajado a mayor gloria de Collins pasando la banda a un segundo plano.

Sintetizadores más bien programados que ejecutados por el teclista Tony Banks, percusiones electrónicas que abundaron mucho en discos de Collins y canciones potentes pero sencillas, todo lo contrario a otros tiempos de la banda británica. Hay mucho pop.

Pero con todo, el disco fue de los más importantes en el éxito del grupo... ¿de Phil Collins?. Por donde lo tomes tiene algo bueno que escuchar. Ahí te dejo el vídeo del tema que le da nombre, Invisble Touch -¿no iría con segundas?- y la balada In Too Deep en la que se luce el vocalista/percusionista.




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