domingo, 23 de enero de 2011

Escurridizo Éxito


Hay artistas que por sí solos apenas consiguieron que sus carreras llegaran a destacar salvo en puntuales ocasiones y siempre estuvieron vinculados a sus trabajos compartidos. A veces como músicos de sesión en otras como coristas de solistas o grupos afamados.

Jennifer Warnes es poseedora de una de las mejores voces del panorama pop y country. Quizá sólo comparable a la de Emmylou Harris. Esta cantante, compositora y actriz de Seattle (1947) debutó en el elenco oficial de la obra Hair en su primera representación que fue en Los Angeles allá por 1968.

Llegó a grabar dos discos que apenas si significaron nada. Así que decidió sumarse a los coros del poeta y sin embargo cantante canadiense Leonard Cohen. Llegó a brillar llenando de color las a menudo trágicas y oscuras melodías del atribulado cantante.

Debido a este acicate reinició su carrera en solitario con la Warner Bros. por si esta vez había un mejor destino. Y lo hubo con el éxito Right Time In The Night del álbum Jennifer Warnes en 1977. Se clasificó en listas pop y country.

Pero de nuevo su tendencia volvió a ser contumaz. Sólo dos dúos posteriores consiguieron nuevamente sacar adelante su carrera al margen de su labor coral. Uno con Joe Cocker con el tema central de la película Oficial y Caballero en 1982. El otro cinco años después junto a Bill Medley, miembro de Rightheous Brothers, para la película Dirty Dancing.

Otro tanto ocurrió con Glen Campbell. El guitarrista de Arkansas (1936) se codeó con los mejores como músico de sesión. Elvis Presley, Frank Sinatra, The Moonkeys, Mamas And The Papas o Dean Martin. En 1967 obtuvo un éxito en solitario con el tema By The Time I Get To Phoenix con el que llegó a conseguir un premio Grammy en 1968.

Debido a las buenas amistades que hizo durante esa etapa como músico de estudio su programa televisivo de los años setenta le configuró como una estrella multimedia de la época gracias a los invitados que conseguía reunir en cada emisión.

Campbell ha seguido grabando pero con poca repercusión internacional. Es una de esas leyendas que aún guardan parte del brillo que antaño les adornó.




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