jueves, 18 de junio de 2009

Con el verano a la mochila


Qué verdad tan acertada aquella de que llegada la canícula el agua debe estar cerquita presta al feliz chapuzón.

No sé a los demás, pero me temo que sí, mi teléfono al menos no para de escupir mensajes de los amigos de uno que no se cansan de restregarme que van camino de la playa... Saben bien que yo no podré, por el momento.

Guardo un par de textos hirientes para cuando el turno de un servidor llegue y ellos dejen atrás días de asueto que ya no volverán a ser hasta dentro de un año.

Porque no nos engañemos. Eso de disfrutar del lugar arenoso allá donde la actividad natural de millones de años ha creado un paisaje único (con sus virtudes y defectos) como mejor se hace es de una atacada. Al menos quince días. Y tal extensión de tiempo sólo ocurre para el verano.

Yo ya voy urdiendo mis días de vacación veraniega, que están al caer (¡queridos amigos lean bien, están al caer!) con un suculento cargamento de esas cancioncillas que nos traen cual agua mansa hacia la arena del recuerdo vivencias inolvidables. Al ritmo de balada o no necesariamente así.

La primera de esta serie de dulces expresiones ornamentadas por la música es la de un buen guitarrista de Londres que a mi juicio merece mejor trato del que hasta ahora se le ha dispensado. Es muy virtuoso y tiene la difícil facilidad de describir atmósferas irresistibles. Su nombre Chris Rea.

En este disco de 1986 "On The Beach" ("En la Playa") apostó un poco por ritmos algo más comerciales, pero le quedó espléndido. Es el secreto de los buenos músicos. Aún zambulléndose en procelosas aguas musicales salen airosos.

Pues nada, primer chapuzón de la mochila veraniega de Musicando & Cia. Que lo disfrutéis allá donde estéis.

(Artículo Relacionado: Verano, bendito Verano)


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