Lo que está claro es que en él hay una dosis de entrega, sumisión, tontuna y celos... Eso mismo, celos. A veces fundados otras no. Como decía Antonio Gala, los celos no existen porque de ser así ya no se llamarían celos, se llamarían cuernos.
Qué difícil, ¿verdad?. Desisto. No más palabras.
Y ahora el segundo intento para tu día de enamorados.
El londinense Cat Stevens, apodado el hippie bueno y más tarde convertido al Islám (esto sí que es vehemencia) escribió y cantó a uno de esos momentos intensos en toda relación de pareja. La impetuosa y sumisa rendición del apasionado enamorado. El postrero grito enmudecido.
Segunda propuesta:
Cat Stevens - Last Love Song (Última canción de amor)
Si no me quieres
Por favor no me trates de esta manera
Porque no puedo soportarlo.
Has pensado que podías dejarme
Como a un zapato "usado",
Porque si no me quieres
Tal vez yo tampoco te quiera.
Si no me necesitas
No me dejes ahí fuera bajo el frío.
Ojos que pasan ante mí
Como alguien a quien no conoces.
Acaso creías que
Podías marcharte
Cada vez que quisieras,
Porque si no me quieres
Tal vez yo tampoco te quiera.
Acaso pensabas que
Podías dejarme.
Pero nadie puede amarte, chica, como yo,
con cada pequeña ave del cielo
queriendo cantar una canción de amor.
Si quieres volver a tenerme
Vamos, abre de nuevo tu corazón
Déjame entrar cariño.
Si no me amas
Deja de engañarte a ti misma
Conozco muy bien tu juego
Crees que puedes agitar la mano sin más
De esa forma "mágica".
Porque si no me quieres
Tal vez yo tampoco te quiera.
Ah, y cómo te va por la vida
Se trata de esos pequeños recuerdos que no dejan de volver.
Si quieres regresar
Sabes que me gustaría darte mi amor.